Desbordamientos de agua

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He vuelto a soñar con agua, con agua desbordada. En el primer sueño, de hace apenas un par de días, conducía una especie de barco/lancha a motor por una calle que estaba inundada de agua, como un río revuelto, enfadado. Agarraba el volante con fuerza y sobrepasaba cascadas, olas grandes, salpicaduras. Mi estómago se hacía una bola y sentía un ligero mareo, como cuando, dentro de un coche, se sube una pequeña cuesta que luego se desciende con rapidez. No obstante, seguía conduciendo, aunque con miedo, asustada; en una ocasión me miraba las manos y comprobaba que, efectivamente, era yo quien dirigía el barco, quién estaba al mando.

Esta noche he soñado que iba de excursión a un pueblo del País Vasco. Por circunstancias que no recuerdo, me quedaba sola, sin mis acompañantes, que se iban por otro lado. Yo miraba hacia una calle e intentaba abordarla pero estaba inundada, otra vez una calle anegada; era como si el mar hubiera entrado a la tierra para apoderarse de ella. Y me esforzaba por entrar, y el mar se esforzaba por echarme de allí. Era imposible caminar contracorriente; el agua era más fuerte que yo. Al final desistía y decidía irme por otro camino, que aunque también mojado por la corriente, era más inofensivo: transitable. Caminaba por él mojada, agotada y me sorprendía que junto a mí fuesen tantos turistas, tanta gente; la calle anterior estaba completamente desierta.